EL
RETO DE LA EDUCACIÓN
Por: Lina Marcela Castro
2016
El ser humano es un ser social,
lo que hace que este desde que nace se vea en la necesidad de entender y
comprender el mundo que lo rodea.
De
entender la costumbres, hábitos y cultura en la que se sumerge.
Este
proceso social lo inicia el niño con el acompañamiento de sus padres,
familiares y algunas personas de la comunidad.
Pero
al cabo del tiempo este sujete requiere formarse en un espacio donde pueda
interactuar con personas de su misma edad, y descubrir como funciona el lugar
donde vive.
Este
espacio es la escuela, es allí donde los niños se educan, donde el sistema
educativo se pone en marcha, para al darle los elementos suficientes para que
sea un hombre que aporte a la sociedad.
Durante
muchos años este ha sido el fin de la educación, que las personas comprendan el
contexto en donde viven, la cultura a la que pertenece y que entendiendo esto,
puedan aportar a la comunidad desde el rol más adecuado para cada, quien.
Educar es entonces aportar
herramientas para que las personas sean un ser sociable, para que sean felices
y encuentren su rol en la sociedad desde el cual aporten a el desarrollo humano
de la comunidad donde se viva.
Desafortunadamente
en los últimos años este el concepto de educación ha sido un poco desvirtuado,
y se ha pasado a un nuevo concepto donde educar es igual a crear mano de obra
para lo que requiera la industria y el mundo global en su momento.
El
reto del sistema educativo en Colombia y en el mundo es volver a la esencia de
la educación, a esa educación donde, se educa para que las personas sean
felices, para que entiendan el mundo que lo rodea y donde pueden reconocerse
como ser único con unos habilidades y potencialidades diferentes.
Crear
espacios que no se sientan como lugares donde los niños van a que les
suministren una serie de información para memorizar, sino que allí a partir de
sus dudas e inquietudes puedan explorar e indagar las respuestas.
Donde
el conocimiento de manera práctica y activa, claro está sin desconocer algunas
bases teóricas.
EDUCACIÓN
COMO SOCIALIZACIÓN
"De todos esos hechos resulta que cada
sociedad se labra un cierto ideal de hombre, de lo que debe ser éste tanto al
punto de vista intelectual como físico y moral; que ese ideal es, en cierta
medida, el mismo para todos los ciudadanos de un país; que, a partir de un
determinado punto, se diferencia según los ámbitos particulares que toda
sociedad alberga en su seno. Es ese ideal, a la vez único y diverso, el que
representa el polo de la educación.
Éste
tiene, por tanto, por misión la de suscitar en el niño: 1. Un cierto número de
estados físicos y mentales que la sociedad a la que pertenece considera como
debiendo florecer en cada uno de sus miembros. 2. Ciertos estados físicos y
mentales que el grupo social específico (casta, clase, familia, profesión)
considera asimismo como debiendo existir en todos aquellos que lo constituyen.
Por consiguiente, es la sociedad, en su conjunto, y cada ámbito social
específico, los que determinan ese ideal que la educación realiza. La sociedad
no puede subsistir más que si existe entre sus miembros una homogeneidad
suficiente: la educación perpetúa y refuerza dicha homogeneidad, fijando por
adelantado en el alma del niño las similitudes esenciales que requiere la vida
colectiva.
Sin
embargo, por otra parte, sin una cierta diversidad toda cooperación resultaría
imposible: la educación asegura la persistencia de dicha diversidad necesaria,
diversificándose por sí mismo y especializándose. Si la sociedad llega a ese
nivel de desarrollo en que las antiguas escisiones en castas o clases no pueden
ya ser mantenidas, prescribirá una educación más uniforme en su base. Si, al
propio tiempo, el trabajo queda más 33 dividido, la sociedad provocará en los
niños, proyectada sobre un primer plano de ideas y de sentimientos comunes, una
diversidad más rica de aptitudes profesionales.
Si
vive en estado de conflicto con las sociedades circundantes, se esforzará en
formar las mentes según un modelo de inspiración netamente patriótica; si la
competencia internacional adopta una forma más pacífica, el tipo que trata de
realizar resulta más generalizado y más humano. La educación no es, pues, para
ella más que el medio a través del cual prepara en el espíritu de los niños las
condiciones esenciales de su propia existencia.
Veremos
más adelante cómo el propio individuo tiene todo interés en someterse en a
dichas exigencias. Llegamos, por lo tanto, a la fórmula siguiente: La educación
es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre aquéllas que no han
alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la vida social.
Tiene
por objeto el suscitar en el niño un cierto número de estados físicos,
intelectuales y morales que exigen de él tanto la sociedad política en su
conjunto como el medio ambiente específico al que está especialmente destinado.
De la definición que precede resulta que la educación consiste en una
socialización metódica de la joven generación.
Se
puede decir que en cada uno de nosotros existen dos seres que, aun cuando
inseparables a no ser por abstracción, no dejan de ser distintos. El uno está
constituido por todos los estados mentales que no se refieren más que a
nosotros mismos y a los acontecimientos de nuestra vida privada: es a lo que se
podría muy bien denominar el ser individual. El otro, es un sistema de ideas,
de sentimientos y de costumbres que expresan en nosotros, no nuestra
personalidad, sino el grupo o los grupos diferentes en los que estamos
integrados; tales son las creencias religiosas, las opiniones y las prácticas
morales, las tradiciones nacionales o profesionales, las opiniones colectivas
de todo tipo.
Su
conjunto constituye el ser social. El formar ese ser en cada uno de nosotros,
tal es el fin de la educación". DURKHEIM, E., Educación y sociedad,
Barcelona, Península, 1975 (Edición original de 1922), págs. 52-54.
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